jueves, 18 de diciembre de 2008

Informe Area Sur

Por Guillermo Meyer
El Sur de la Ciudad de Buenos Aires puede ser definido geográficamente como el sector comprendido entre el Riachuelo, el Río de la Plata, la autopista 25 de Mayo, AU 6 y la Av. Gral. Paz abarcando los barrios de San Telmo, Constitución, Monserrat, La Boca, Barracas, Parque Patricios, Nueva Pompeya, Villa Soldati, Villa Riachuelo, Villa Lugano, Mataderos, y parcialmente a Parque Chacabuco, parque Avellaneda, Liniers, Villa Luro, Vélez Sársfield, Flores, Floresta, Boedo y San Cristóbal..También se la puede definir desde el punto de vista de los indicadores productivos, ambientales y sociales como el área de mayor retraso con respecto del resto de la Ciudad:

- Concentra la mayor cantidad de población con necesidades básicas insatisfechas
- Es donde se localizan casi la totalidad de las villas miseria de la ciudad.
- Presenta los niveles más altos de analfabetismo y más bajos de escolaridad.
- Sufre los mayores niveles de contaminación. El Riachuelo es el curso de agua más contaminado del país.
- Contiene los servicios y usos que de ninguna manera hubieran sido aceptados en otro lugar de la Ciudad
- Tiene graves problemas de conectividad con los partidos del Conurbano al otro lado del Riachuelo y con el resto de la ciudad.
- El espacio público se caracteriza por su estado degradación producto de años de desatención.

Con unos 700.000 habitantes tiene el mayor potencial de crecimiento de la Ciudad al albergar al concentrar a la población más joven. Pero este sector de la Ciudad no es homogéneo ya que no presenta los mismos problemas y potencialidades en toda su extensión. Por ejemplo, el centro-sur se caracteriza por ser el sector donde se asentó una pujante industria que se desarrollaba junto a las actividades relacionadas con la cercanía del puerto desde tiempos de la Colonia. De aquello hoy quedan inmuebles abandonados y obsoletos. Por otro lado el sector sudoeste, de más reciente urbanización contiene una mayor cantidad de predios vacantes y presenta graves problemas de conectividad.

Por otro lado la cuestión del Sur no puede ser analizada sino en el contexto de una ciudad real que excede el límite de la Av. Gral. Paz abarcando los partidos del Gran Buenos Aires conformando un conglomerado urbano que suma 8.684.437 habitantes de éste último y 2.995.397 de la Ciudad, según el Censo 2001 y posteriores correcciones.

Conectividad

Desde sus orígenes, la expansión de la Ciudad se ha dado sobre los caminos, y posteriormente ferrocarriles, que la vinculaban con el resto del país dando como resultado un trazado convergente al centro de la ciudad. Mientras que los alrededores de los corredores norte y oeste se desarrollaban, en el Sur, entonces inundable, se fueron concentrando servicios, industrias contaminantes y otras actividades no deseadas en otras partes de la ciudad. Por lo tanto no se conformaron ejes estructurantes como los del norte y el oeste ni centralidades de potencial desarrollo. En las últimas décadas comenzó a urbanizarse, pero de forma desordenada y manteniendo graves problemas de conectividad que conspiran contra ese potencial desarrollo.

Este problema se presenta en distintas escalas:

- Con el resto de la Ciudad: Se da sobre todo en el sentido norte-sur. Las principales avenidas en sentido transversal no llegan a cruzar Rivadavia y se debe recurrir a vías secundarias para proseguir en esa dirección. La mayor barrera está constituida por los pasos a nivel del Ferrocarril Sarmiento que divide en dos la Ciudad. Por eso es importante la concreción del “Corredor Verde del Oeste” impulsado por el GCBA, que implica soterrar el ferrocarril eliminando los pasos a nivel. La construcción del Subte H también es un importante aporte para tender a morigerar este problema.

- Con los partidos del Gran Buenos Aires: La principal barrera que condiciona esta conexión es el Riachuelo. En el tramo comprendido entre La Boca y Av. Vélez Sársfield cuenta con 4 puentes, a los cuales se suman el Viejo Puente Pueyrredón y el Puente Bosch (de uso solo peatonal debido a su mal estado de conservación). Luego aparece el Puente Alsina que une la Ciudad con Lanús, pero luego de éste no hay ninguna conexión hasta Puente La Noria, que conecta con Lomas de Zamora. Superar esta barrera no sólo es importante para mejorar la conexión norte-sur a nivel metropolitano, sino para permitir el desarrollo de ambas márgenes caracterizada por sus altísimos niveles de degradación. Esto deberá resolverse en el marco de un plan interjurisdiccional con Lanús, Lomas de Zamora y la provincia de Buenos Aires ya que el tejido de Villa Caraza, Villa Diamante y Valentín Alsina no ofrece una red que permita canalizar el flujo tránsito, sin lo cual resultaría una conectividad tortuosa a través de vías secundarias.

- Entre los distintos sectores del Sur: En este caso las barreras son compuestas por enormes predios en estado de abandono o sin usos consolidados y playas ferroviarias desactivadas. Por ejemplo, un sector de Barracas encerrado entre el Riachuelo, la Villa 21-24, los Hospitales neuropsiquiátricos y la Estación Sola y con apenas unas pocas vías para atravesarlos. En este caso es necesario estudiar la posibilidad de atravesar esas barreras mediante vías secundarias que puedan ir reconstruyendo la trama urbana. Del mismo modo existe una brecha de urbanización entre Villa Lugano y Villa Soldati que requeriría acciones como la promoción de una nueva centralidad que permita coser ambos barrios.

Por otro lado la conexión del Sur con el Área Central no es clara debido a la discontinuidad entre las principales avenidas. Esto podría ser superado creando un eje constituido por las avenidas Roca, Bergalli, Amancio Alcorta, Caseros, Lima articulando centralidades nuevas y existentes. Para esto será necesario iniciar acciones de expropiación para lograr una conexión directa entre estas avenidas, por ejemplo el ensanche de la calle Lima a la altura de Constitución para su conexión con Caseros y A. Alcorta.
































Problemas de conectividad en Barracas

Transporte

En el Sur existen dos centros de transbordo: Constitución y Avenida SáenzEl primero es uno de los tres mayores centros multimodales de transporte del Área Metropolitana con 42 líneas de colectivos con unos 100 ramales, el Subte C y 4 ramales del Ferrocarril Roca. Transitan por el lugar diariamente unos 700.000 pasajeros. La desorganización de este centro y la ocupación indebida del espacio público hace caótico el tránsito de pasajeros y tiene graves consecuencias sobre los vecinos de un barrio cada vez más degradado y abandonado.

El Centro de Transbordo de Pompeya se extiende desde la Estación Sáenz del Ferrocarril Belgrano Sur hasta el Puente Alsina. Aquí la transferencia entre líneas de colectivos se desarrolla de forma anárquica debido al espacio que la misma requiere para producirse, interfiriendo además con las actividades propias del centro local. Será necesario rediseñar este centro disponiendo de los terrenos vacantes de la playa ferroviaria desafectada. Deberá considerarse en el mismo el impacto que provocará la llegada del Subte H.

El movimiento de cargas y la red de tránsito pesado se caracterizan por un grado tal de desarticulación que provoca serios inconvenientes a la propia actividad y a los vecinos. Esto afecta sobre todo a los barrios de La Boca, Barracas y Pompeya, que albergan la mayor cantidad de empresas de carga, centros logísticos. Estos funcionan sin coordinación e inadecuados accesos viales. Algunas de las consecuencias negativas que más sufren los vecinos son el insalubre ruido provocado por el permanente paso de camiones, la rotura del pavimento y la invasión y degradación del espacio público para el desarrollo de esas actividades.
Este problema tiene a agravarse por el crecimiento de las cargas contenerizadas en el Puerto de Buenos Aires, que alcanzan el millón de TEUS (twenty feet equivalent unit).

Es necesaria la construcción de un Centro de Transferencia de Cargas (la mejor localización sería el predio del Mercado Central), donde las cargas puedan redistribuirse en camiones de menor porte para su tránsito en áreas urbanas. Esto deberá complementarse con la definición de una red de tránsito pesado que permita a la vez, el desarrollo industrial y el residencial, aprovechando la red de autopistas.

El facilitar el uso del ferrocarril para el transporte de cargas tendría un impacto muy favorable ya que aliviaría el uso de camiones. Para esto hay que resolver los actuales inconvenientes del transporte ferroviario de cargas para operar con el Puerto.
Espacio público y áreas verdes de recreación
La Ciudad de Buenos Aires cuenta con unas 863 hectáreas de espacios verdes, de los cuales 205 corresponden a los 12 parques más grandes, 83 a otros 13 parques menores, 248 a 156 plazas y otras 203 a plazoletas.
La disponibilidad de uso de estos espacios a escala semanal (Parques 3 de Febrero, Indoamericano, Lezama. Centenario, Saavedra, etc) es de 1,1 m2 por habitante, es decir, un 44% del mínimo teórico aconsejable que es de 2,5 m2 por habitante. En cuanto a los espacios verdes de uso diario, la oferta alcanza a 1,4 m2 por habitante, el 40% del mínimo necesario, que es de 3,5 m2 por habitante.

La importancia de los espacios verdes reside en los grandes beneficios que aportan en lo que respecta a calidad ambiental debido a que aportan oxígeno, absorben gases, amortiguan ruidos y lluvias. Además desde el punto de vista social significan espacios de socialización, paseo, contemplación y práctica de deporte.

El Sur ofrece muchas potencialidades desaprovechadas. Si bien al observar un plano de la Ciudad es uno de los sectores con mayor cantidad de manchones verdes, estos corresponden a predios cerrados al acceso público o a espacios públicos cuyo disfrute por parte de los vecinos es imposible por su estado de degradación y abandono.

El caso más emblemático es el del Parque Almirante Brown. Este fue planeado luego de la recuperación de las tierras inundables del ex Bañado de Flores durante la década del ´60, pensado como el equivalente al parque 3 de Febrero en el Sur. Sin embargo gran parte de sus 1400 hectáreas originales fueron concesionadas a privados, entregadas a clubes deportivos, actividades de impacto ambiental negativo dando como resultado grandes predios cerrados al público. Solamente durante la última dictadura militar fueron cedidas o vendidas 700 hectáreas.
Debido su estado de abandono, otras partes fueron ocupadas por asentamientos. El Parque Indoamericano, con sus 130 hectáreas, es el único espacio verde teóricamente concretado en el Parque Alte. Brown. Lamentablemente muchos sectores del mismo se encuentran convertidos en basurales y baldíos y parte de sus tierras se encontrarían contaminadas.A pesar de su actual condición, el Parque Almirante Brown constituye uno de las mayores potencialidades del Sur debido a la importante disponibilidad de tierras. Además de la recuperación específica del Parque Indoamericano será necesario resolver la actual desarticulación entre los distintos espacios, regenerar el tejido urbano alrededor del parque y recuperar los espacios públicos de los grandes conjuntos habitacionales. Es necesario rescatar el inicio de la recuperación del predio del Parque de la Ciudad.

Otras posibilidades para la generación de nuevos espacios verdes están dadas por la disponibilidad de las grandes playas ferroviarias desafectadas. También el predio de los Hospitales Neuropsiquiatricos, ya que parte del mismo podría ser destinado a este fin y el reemplazo de los deteriorados muros por rejas permitiría el disfrute y la contemplación de sus añosas arboledas desde la vía pública mejorando la calidad visual de la misma.
Tampoco puede descartarse la posibilidad de desarrollar nuevas áreas parquizadas en la ribera del Riachuelo, cuestión que debería incorporarse a los planes de saneamiento.






















Parque Alte Brown. Falta de conectividad y articulación urbana.

Situación habitacional

El Censo 2001 indicó que en la Ciudad viven 400.000 en condiciones habitacionales deficitarias. La mayor parte en el Sur. Esto es, inquilinatos (sobre todo en la Boca), inmuebles ocupados, hoteles y villas de emergencia. En cuanto a estas últimas, en el Sur contiene a casi todas las villas de emergencia de la Ciudad (excepto la Villa 31 de Retiro). Precisamente los excluidos y abandonados ocuparon esas tierras que, para la Ciudad, estaban también olvidadas.

Durante la última dictadura militar se puso en marcha una erradicación forzosa de villas. La población de las villas se redujo de 280.000 personas en 1977 a 33.562 en 1978. Esta política apuntaba a esconder la vergüenza fuera de la capital y no a resolver el problema de fondo. Así fue que las villas se poblaron nuevamente alcanzando una población total de 2000.000 habitantes.En 1991, en el marco del Plan Arraigo, el estado Nacional vendió a las villas 21-24, 20 y 15 la tierra que ocupaban. Posteriormente se pusieron en marcha programas para transformar las villas en barrios, los cuales durante algunos períodos ha avanzado más que en otros.

La transformación de las villas en barrios es importante no sólo para sus pobladores sino para toda la Ciudad. Es fundamental hacer que la trama urbana penetre en las mismas mediante la apertura de calles que permita el acceso de la salud, la educación, la seguridad, la regularización de la prestación de servicios que serán abonados por los habitantes y facilitaría la búsqueda de empleo a sus habitantes los cuales actualmente son discriminados por su condición de villeros. Además la urbanización terminaría con los guetos usufructuados por la delincuencia que encuentra allí un refugio.









En el Sur también se hallan la mayoría de los grandes conjuntos habitacionales desarrollados entre los años 1958 y 1964, muchos de ellos impulsados por la Comisión Municipal de Vivienda. Este intento de solución al tema habitacional no fue exitoso y constituyeron otra forma de segregación social y urbana. Los conjuntos como Soldati, Lugano I y II y Piedrabuena sufrieron un constante proceso de deterioro que incluyó también a su entorno inmediato. Para su recuperación hay que redefinir el régimen de administración y poner en marcha acciones concretas para mejorar y controlar los espacios públicos y semipúblicos de los mismos.






Equipamiento social

En cuanto a educación primaria, la Ciudad de Buenos Aires muestra los mejores indicadores mostrando que el 97% del grupo etario correspondiente accede al sistema. En el caso de la educación media ese porcentaje es del 72%. Sin embargo es notoriamente marcada la diferencia entre el Sur y el resto de la Ciudad, por ejemplo, en el caso de la educación media, el 83% de la población correspondiente en el DE X (Belgrano y parte de Palermo) asiste al sistema, mientras que en el DE XXI (Soldati, Lugano y Villa Riachuelo) ese porcentaje baja al 59%.

Estas diferencias se deben sobre todo a la situación socioeconómica desfavorable y la consecuente escasez de recursos materiales y culturales de gran parte de los hogares del Sur. Por eso es necesario una política de incentivos a esas familias para que sus hijos tengan las mismas posibilidades que los demás a tener un futuro digno. El progreso de los habitantes de la Ciudad y del país debería ser determinado por el esfuerzo y no por el azar de nacer en el seno de una familia pudiente o en el de una pobre.

Actualmente también se verifica un déficit de escuelas en la zona, por ejemplo, los vecinos de La Boca reclaman desde hace tiempo una escuela media. Solucionar ese déficit es aún más importante si se considera la estimación de que la población del Sur es la que más crecerá por tener actualmente la población más joven de la Ciudad.

En cuanto a la cuestión sanitaria, aquí también se verifica una gran diferencia entre el Sur y el resto de la Ciudad. Esto se agrava si consideramos que la población menos pudiente que no tiene cobertura de salud es la que más depende del sistema público.

En la zona centro-sur, durante fines del siglo XIX y principios del XX, se establecieron hospitales nacionales especializados. A estos se suman los hospitales generales del GCBC Argerich, Penna y Piñeyro. En cambio el sudeste tiene una oferta pública más limitada dependiendo todo el sector del Hospital Santojanni y centros de salud en las cercanías de villas y barrios carenciados. Es cierto que estos últimos son importantes para la atención primaria de los habitantes de menores recursos e incluso harían falta más. Actualmente se encuentra en construcción el reclamado hospital de Lugano.

Otro dato a tener en cuenta es que los hospitales del GCBA son requeridos por habitantes del Gran Buenos Aires, sobre todo en la zona sur. Por ejemplo, los municipios cuya población más demanda los servicios de internación de los hospitales de la Ciudad son: La Matanza (40%), Lomas de Zamora (11%), Avellaneda y Lanús (8% en su conjunto). Esto significa que casi el 60% de la demanda de internaciones desde el Conurbano se da sobre los hospitales del Sur.

Una política de salud no debe concentrarse solamente en la atención hospitalaria sino en la prevención. Si se corrigen situaciones habitacionales deficitarias donde la población está expuesta a pésimas condiciones sanitarias, humedad, frío, etc, seguramente la demanda de servicios hospitalarios se reducirá notablemente. Por otro lado y a fin de corregir las asimetrías existentes, es importante que los hospitales especializados y del GCBA dejen de funcionar como núcleos aislados y puedan constituir una auténtica red hospitalaria racionalizando recursos y mejorando la atención.

Cuenca Matanza-Riachuelo
El Riachuelo, además de ser un río contaminado, es un símbolo de la incapacidad, la desidia, la corrupción, la “vista gorda” y las falsas promesas. Concentra los mayores niveles de degradación del área metropolitana, y en lugar de constituir un área de convergencia entre la Ciudad y el Conurbano constituye la periferia de ambos.

La solución de este problema depende de la acción coordinada de varias jurisdicciones: el GCBA, los municipios del Conurbano, la Provincia y la Nación.

Uno de los principales focos de contaminación de la zona es el Polo Petroquímico Dock Sud, en proceso de lento desalojo. Según la Defensoría del Pueblo de la Nación la mitad de los chicos entre 7 y 11 años que viven en las cercanías de este Polo Petroquímico tienen altos niveles de plomo en la sangre debido a la contaminación del área.

Al paisaje desolador del Riachuelo se suman basurales a cielo abierto, napas freáticas contaminadas, un área circundante degradada y abandonada, asentamientos precarios, etc.
Recientemente la Corte Suprema de Justicia intimó al Estado Nacional a resolver este problema. Este respondió con un plan a 10 años, sin embargo, la Corte dudó de la factibilidad de ese plan y ordenó la intervención de la UBA para analizar ese plan.

Su saneamiento disminuiría notablemente los problemas de salud de una importante porción del Área Metropolitana y permitiría grandes posibilidades urbanas a ambas márgenes como áreas de recreación, la rehabilitación de importantes áreas urbanas y el desarrollo del turismo.

Esta contaminación no se limita solamente al propio Riachuelo. Según estudios realizados por la entonces Aguas Argentinas y el Servicio de Hidrografía naval, a 500 metros de la costa en la franja Sur del Río de la Plata el agua es inapropiada para el contacto directo con la misma. Esto se debe a las descargas que llegan por pluviales y arroyos, pero el mayor responsable de esto es el Riachuelo. En esta zona el agua recién mejora su calidad para todos sus usos a 3.000 metros de la costa.

Síntesis de propuestas

- Mejorar la conectividad con los partidos vecinos a través de la construcción de puentes sobre el Riachuelo y mediante acuerdos interjurisdiccionales definir una red que permita canalizar ese nuevo tránsito.

- Soterramiento del Ferrocarril Sarmiento a fin de eliminar los pasos a nivel que obstaculizan la conectividad norte-sur.

- Materialización de un eje estructurante para el sur constituido por las avenidas Roca, Amancio Alcorta, Caseros y Lima realizando las expropiaciones necesarias para lograr la continuidad entre estas vías.

- Continuación de vías secundarias a través de predios con usos obsoletos a fin de eliminar las actuales barreras urbanas constituidas por esos predios y mejorar la conectividad interbarrial.

- Reordenamiento de los centros de transbordo de Constitución y Av. Sáenz y mejoramiento de las condiciones urbano - ambientales del área de transferencia de pasajeros.

- Construcción de un centro de ruptura de cargas en el predio del Mercado Central a fin de evitar la circulación de camiones de gran porte por las calles de la Ciudad.

- Proceder al saneamiento, recuperación y consolidación del Parque Indoamericano y sus bordes.
- Construcción de nuevo equipamiento social y espacios verdes en los predios de las playas ferroviarias de Estación Buenos Aires y Sola.

- Integración de los parques de los Hospitales Neuropsiquiátricos al espacio urbano a través del reemplazo de los muros por rejas donde esto sea posible.

- Incorporación del predio del Mercado de Hacienda (con concesión vencida) a la ciudad generando nuevo equipamiento social, áreas verdes y espacios para la tradición.

- Uso del predio de la ex Cárcel de Caseros para la construcción de nuevo equipamiento social, viviendas y espacios recreativos.

- Fomentar la mixtura de usos permitiendo la residencia en zonas con industrias no contaminantes.

- Fomentar la mixtura social.

- Poner en marcha un plan de saneamiento integral de la Cuenca Matanza-Riachuelo disponiendo el traslado de las industrias contaminantes.

- Transformación de las villas miseria en barrios integrándolas a la trama urbana de la Ciudad.
- Recuperación de los espacios públicos de los grandes conjuntos habitacionales y redefinir su sistema de administración.

- Fortalecer los centros barriales, impulsar los incipientes y desarrollar nuevos.

- Continuación del tejido residencial entre Villa Soldati y Villa Lugano.

- Puesta en valor de edificios emblemáticos como la Estación Yrigoyen y el viaducto del FF-CC Roca y el barrio ferroviario de la calle Australia.

- Consolidar las identidades barriales y la memoria.

- Garantizar que el eventual desarrollo del Sur no tienda a la expulsión de su población actual sino, por el contrario, para que pueda disfrutar de una mejor calidad de vida en sus lugares.

- Mejorar la iluminación en parques, plazas y espacio público en general.

- Brindar mejores niveles de calidad ambiental a los sectores residenciales.

- Racionalizar el sistema de transporte público automotor.

- Desarrollo de nuevo equipamiento salud garantizando la equidad en el servicio.

- Alentar la inclusión al sistema educativo y desarrollando nuevos edificios escolares a fin de cumplir con la actual demanda y aquella que resulte de lo primero.

- Conectar áreas de incipiente desarrollo procurando que esa tensión resultante extienda ese desarrollo a las áreas intermedias. Por ejemplo, concretando la conexión de Puerto Madero con Vuelta de Rocha, permitiendo revitalizar el frente del barrio a Dársena Sur.

El GCBA deberá tener un rol activo determinante en la recuperación y revitalización del Sur. Es cierto que la actividad inmobiliaria privada puede ser un motor para el desarrollo urbano. Pero para que el desarrollo de la ciudad sea equilibrado no puede quedar solo en manos de un mercado que discrimina a la población por su nivel de ingreso y que apunta a las localizaciones que permitan mayor rentabilidad. Así ha sido durante mucho tiempo en la Ciudad, provocando que muchos barrios vean comprometida su calidad de vida debido a la sobresaturación mientras que otros permanecieron postergados. Desde el Gobierno se debe incentivar la inversión en esos barrios, esto es, generando las condiciones que los hagan atractivos mediante programas de recuperación ambiental y urbana, de mejora de la conectividad, del equipamiento social etc. Esta sinergia entre la inversión estatal y la privada permitirá un desarrollo equilibrado que beneficiará a toda la ciudad. Cabe aclarar que se debe garantizar la mixtura social de manera que el desarrollo del Sur no acabe expulsando a su población actual sino que le permita ser su principal beneficiaria.

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