En Constitución surgió un Mercado que fue recinto para las carretas, donde además se producían las transacciones comerciales. Ese fue el origen del actual barrio de Constitución.
Alrededor de la plaza de carretas se instalaron precarias barracas para el almacenamiento de lanas, cueros y otros productos transportados desde el interior por esas carretas y otras edificaciones igualmente precarias para atender las necesidades de comerciantes y carreteros.
En 1864, en un terreno ubicado frente a la plaza de carretas, se inició la construcción del Ferrocarril del Sud. Al principio existía escepticismo respecto a esta obra, sin embargo ese sentimiento quedó atrás cuando comenzó una rápida valorización de los terrenos. En 15 meses se construyeron 116 km de vías hasta Chascomús. Catorce años luego de su inauguración este medio llegó a transportar el 90% de las mercaderías en movimiento. El progreso que venía de la mano del ferrocarril dinamizó las actividades económicas con una consecuente mejora y consolidación de este sector urbano. La preponderancia de la actividad que allí se realizaba permitía describirlo como un barrio especializado en el almacenaje y comercio de frutos del país con presencia de construcciones apropiadas, aunque modestas.
En 1880 se federaliza la Ciudad de Buenos Aires, con esto comienza un importante proceso de modernización. En ese sentido el Mercado Constitución es reemplazada por una plaza cuyo diseño fue realizado por los Ing. Courtois y Carlos Thays según los modelos de la época. El proyecto incluía un lago artificial de 1500 m2 con puentes pequeños que permitían cruzarlo.
Se inició la construcción de una nueva estación para pasajeros y cargas que fue inaugurada en 1887 convirtiéndose, por entonces, en la estación más grande y lujosa de Sudamérica. A esta obra se sumaron las playas de cargas y maniobras, los talleres y los viaductos que se transformarán en destacados elementos de Constitución y Barracas.
Con la construcción de la plaza y la importancia de la nueva estación ferroviaria trajeron consigo un mejoramiento del espacio público consistente, por ejemplo, en el adoquinado e iluminación de las calles, la construcción de nuevas edificaciones para el comercio, viviendas y edificios de renta.
El crecimiento y la modernización de la ciudad hizo que muchas actividades como el almacenamiento de frutos fuera incompatible con estas transformaciones. Por eso en 1890 se inaugura el Mercado Central de Frutos ubicado sobre la orilla del Riachuelo, adonde fue concentrada toda la actividad antes distribuida entre los mercados de Constitución y Once cuyas instalaciones fueron entonces desactivadas.
En 1910, con motivo de las conmemoraciones del Centenario, se inaugura una estatua en homenaje a Juan José Castelli en uno de los sectores de la Plaza. A este monumento se sumará el dedicado a Juan bautista Alberdi en 1964. En la actualidad, estos monumentos se encuentran desmerecidos al encontrarse en medio de la más absoluta degradación.
En 1925 y en el marco de un estudio sobre los problemas de tránsito de la ciudad, la Comisión de Estética Edilicia realiza varias propuestas para el área de Plaza Constitución. Las mismas se basaban en el trazado de avenidas y numerosas diagonales convergentes a plazas según las ideas predominantes en aquel entonces. Propusieron desplazar la Estación Constitución 370 metros hacia el sur permitiendo así la prolongación de la Avenida Caseros habilitando así una importante vinculación este-oeste para el sur de la ciudad. Una nueva plaza se abría frente a la nueva estación y a partir de la misma surgían avenidas en forma radial con el objeto de descongestionar esta área que ya era muy importante para la ciudad. Entre otros objetivos figuraba el lograr una "plaza jardín de barrio" para la sana recreación. Estas propuestas nunca se llevaron a la practica.
Posteriormente, se propuso transformar el sector de la Plaza Constitución ubicado entre las avenidas Brasil y Garay en una explanada para el movimiento del tránsito así como la prolongación de la calle Caseros mediante un nuevo puente sobre la parrilla ferroviaria que no logró recrear la conexión este-oeste que el anterior proyecto lograba plenamente, manteniéndose como característica hasta hoy la discontinuidad vial y la falta de conexiones.
Años más tarde, ante la necesidad de resolver el área de transferencias de pasajeros y nudo de tránsito del área de Constitución, se realizaron distintas propuestas que tendieron a configurar un espacio de dársenas de espera para los colectivos, segregación de los flujos vehiculares, protección y canalización de los flujos peatonales y resguardo y vinculación subterránea con subtes y trenes.
Estos estudios sirvieron de antecedentes para las propuestas que definen un área de transferencias colectivo-colectivo en el bajo autopista y estacionamiento de automóviles y canalizaciones peatonales bajo nivel facilitando los cruces hacia el ferrocarril y el subterráneo. Estas propuestas se encuentran aún en estudio.
La gran variedad de organismos con competencias que intervienen en este centro de transbordo derivó en dificultades operativas y de gestión que complican y retrasan cada vez más las soluciones que urgentemente requiere el área siendo incomprensible para los ciudadanos la incapacidad de estos organismos para lograr una gestión conjunta de un proyecto integral.
Por llamado a licitación Nº 137/99 se inició un proceso de transformación que prevé la restauración y remodelación de la estación, y tareas de mantenimiento, seguridad y limpieza, junto con el pago de un canon al Estado Nacional durante el plazo de 20 años de concesión de uso del edificio.
Caracterización general del área del Centro de Transbordo
Este sector de la ciudad es de particular relevancia porque es una de las principales puertas de acceso a la ciudad y de enlace entre el Conurbano y el Área Central. La jurisdicción sobre el mismo se encuentra compartida entre los CGP´s 1 y 3 y se ubica en el límite entre los barrios de Barracas y Constitución.
La autopista 9 de Julio Sur si bien favorece al tránsito pasante norte-sur a escala metropolitana, para los barrios del sur significa una barrera urbana y visual que generó espacios residuales bajo autopista generalmente ocupadas con actividades nada favorables para el vecindario como estacionamientos, depósitos de autos y otras actividades precarias.
El medio ambiente se encuentra degradado en todo sentido con alta contaminación visual, sonora y ambiental dominado por la presencia del transporte automotor y sus emanaciones. No se cumple con las normas ambientales y el control por parte de las autoridades es nulo.
A esto se suma la ocupación de las calles de los alrededores como talleres para el mantenimiento de colectivos o como sanitarios.
La transferencia de pasajeros se resuelve en forma caótica, existiendo incompatibilidades entre la circulación peatonal y vehicular. El desorden también abarca al recorrido del transporte público, con recorridos laberínticos y anchos de calzadas insuficientes. A este caos se suma el comercio informal que tiene fuerte y desordenada presencia aprovechando la masiva circulación de público.
Todo esto confluye en la sobreutilización de la plaza y todo el espacio público el cual además se encuentra en total abandono con veredas rotas, suciedad, equipamiento obsoleto cayéndose a pedazos constituyendo todo esto un serio riesgo para la integridad física de quienes circulamos.
Este estado del área del Centro de Transbordo es el resultado de un crecimiento desordenado donde salvar las urgencias fue el único criterio utilizado durante años, a lo que se suma la inexistencia de inversión pública y la falta de planificación.
El área está rodeada por una edificación sin mantenimiento, casas tomadas, hoteles, pensiones y tugurios El paisaje es un ejemplo de la realidad de nuestro país, gente tirada en las calles, chicos en edad escolar aspirando bolsas de pegamento, suciedad y abandono. Pero no todos sufren este estado de cosas. Constitución es el paraíso para el desarrollo de actividades de delincuentes, pungistas, vendedores de droga, prostitución, etc.
Propuestas para el Area
- Relocalización de paradas de transporte automotor de pasajeros en los predios bajo autopista limitados por las calles J. De Garay, B. de Irigoyen, Caseros y Gral Hornos, con transferencia de pasajeros tren-subte-colectivo por pasaje bajo nivel. Esto además permitirá extender la superficie de la Plaza sobre el espacio actualmente ocupado por las actuales dársenas de colectivos.
- Ensanche y franca continuidad de calle Lima (actualmente se interrumpe abruptamente en la Plaza Constitución), canalizando el tránsito proveniente de la Av. 9 de Julio, hasta la entrada de Av. Caseros sur, con redimensionamiento de calzadas de acuerdo al nuevo flujo vehicular previsto. Este sería el inicio de un eje estructurador del área sur Caseros-Amancio Alcorta-Roca previa realización de las obras necesarias para una fluida circulación del tránsito.
- Mejora integral de la Plaza y su extensión sobre las actuales dársenas de colectivos luego de su traslado al bajo autopista.
- Resolución del problema de transferencias de transporte intra e intermodal dará fluidez en la circulación vehicular, con prioridad a la conexión señalada priorizando al peatón por sobre el tránsito vehicular en áreas de transferencia y espacio público en general, funcionando como disparador de la operación.
- El rediseño del espacio público según sectores de carácter diferenciado, de clara identidad y actividades específicas, sin zonas muertas de fácil apropiación por parte de actividades indeseables.
- Revalorización de edificios de valor patrimonial y redefinición de sectores degradados. Esto producirá una sinergia entre la inversión publica y la privada (la inversión de la Ciudad en espacio público creará áreas de oportunidad para la inversión privada).
- Nuevos usos y normativas que permitan la mixtura de funciones compatibles, la creación de nuevo espacio público de calidad y la densificación del sector, atendiendo al fortalecimiento de su centralidad y de la identidad barrial.
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